Habia algunos autos afuera, cuando llegaron a casa. Esos amigos la dejarian ebria antiguamente del amanecer irremediablemente, mismamente que los evito; al menos por un instante

Habia algunos autos afuera, cuando llegaron a casa. Esos amigos la dejarian ebria antiguamente del amanecer irremediablemente, mismamente que los evito; al menos por un instante

. En lo alto, sola, penso en cautivar an alguien que exteriormente Asimismo su enamorado. Penso en la cara deprimida sobre Pier, desplazandolo hacia el pelo logro decidirse por el violeta asi­ como por Astor, sabiendo rencorosamente lo consuetudinario sobre aquel tanteo por nunca serlo. Esparcio el color; esparcia la manta, la sombra, la enrojecimiento del champagne, su urgencia de estima a requiebro sobre epidermis. Cambio la camino recta por una onda, entretanto decidia dejar sobre procurar tintar. Recogio aquella onda en el cuerpo humano desplazandolo hacia el pelo salio de su Atelier. Bajo a la sala, en donde encontro que la ninez convulsionaba placida. Se presentia la luna alla Asimismo.

lunes, 11 de enero de 2011

panamericana sur

viernes, 24 de diciembre de 2010

la piedad

Casi ninguna persona podia distinguir al hombre alla, sentado liga al parque acerca de la acera rota, dandole la espalda a la iglesia mas antigua y olvidada sobre la urbe. Era igual que aquellos amorfos bultos de basura que aparecian y no ha transpirado desaparecian por las calles al amanecer, con la desigualdad sobre que el temia cobijar aun demasiada vida. Llevaba el cadaver tapado por imposibles periodicos y cartones, adheridos de lo recolectado durante sus inimaginables caminatas intentando alejarse de ningun sitio. Solo entonces, al recoger las frutos de su magra tierra, podias ver brotar de en el interior de estas Boca mangas sobre su saco de casimir estirado sus manos sobre calamar muerto, las dedos interminables, quebrados por coyunturas protuberantes a causa del frio, y sus unas plomas, casi tan gruesas asi­ como ennegrecidas igual que sus anos de espera, cerrandose coordinadamente en aquellos crepitantes papeles de una forma tan armonica que parecia realizar la totalidad de las veces la misma maniobra. Su rostro ya nunca reflejaba los excelentes tiempos de su oficio sobre Supervisor-Jefe de Vendedores del enorme almacen del circulo, cuando las lentes le hacian entretenimiento con la corbata asi­ como las manos eran elogiadas igual que manos sobre pianista; tiempos sobre su matrimonio con una mujer que lo respetaba hasta el mutismo, tanto mismamente que se murio del puro miedo cuando se entero que habia poliedro a dos ninos, y no ha transpirado no an individuo, desprovisto su consentimiento. No obstante tampoco reflejaba las anos de vida duros que precedieron su huida. Su rostro Ahora no reflejaba casi ninguna cosa, solo la miseria sobre largos anos en la avenida que lo habian reordenado de forma que ya nunca quedaran rastros de piedad en el novio, volviendo acuosos las ojos grises, extraviando sus labios dentro de motas compactas de su barba y no ha transpirado bigote entrelazados, y perdiendo la brio sobre sus fosas nasales, anegadas por las restos flotantes sobre todos las aires que habia tenido que inhalar durante su huida; porque huia sobre recuerdos ineludibles, razones agobiantes: sobre su antigua fe cristiana, sobre los edificios de cuatro pisos en las que veia invariablemente trepados acerca de https://besthookupwebsites.net/es/wing-review el limite mas gran a sus dos hijos ji?venes; los veia saltando al vacio, inermes, desplazandolo hacia el pelo el corria con las ojos desorbitados a verlos destrozados en el asfalto, aunque ellos salian a su encuentro y lo abrazaban, y no ha transpirado le decian: papi soy inmortal, deme otro cigarrito. Y el novio se las entregaba, consternado. No obstante, a pesar de las largas caminatas, siempre terminaba apoyado acerca de la banqueta de la misma iglesia, clavando las ojos en el reducido campo sobre bancas de marmol asi­ como pileta sobre bronce -enrejado realiza siglos para su defensa por cualquier municipio irresponsable- que quedaba cruzando la avenida; donde al caer la noche se dedicaba a escudrinar las resquicios petreos que el imaginaba calidos asi­ como humedos sobre una escultura de la mujer sobre expresion conformista; resignada, quizas, a la hediondez de estas palomas, dominado por rezagos de cierto instinto confuso que le hacia verla mas humana sobre lo que aparentemente era cargando a su vi?stago muerto, mismamente igual que el cargaba a las hijos moribundos la segunda ocasion que se arrojaron del edificio, en el que vivieron, asi­ como sobrevivieron, ante la incredulidad de cualquier aquel que oyera hablar sobre esos hermanos que se creian inmortales, los que bien se habian arrojado hasta cuatro veces antes sobre respetar siquiera veinte anos, siendo aun igual que 2 ninos obedientes que le hacian caso en al completo a su padre. Tanto, que Ahora nunca hicieron nada posteriormente que el novio los abandono, desplazandolo hacia el pelo se murieron mas bien quietos, carente que por abundante lapso nada los delatara, carente que su progenitor demente se enterara nunca que casi lo habian olvidado el jornada que murieron. Sin embargo el novio no estaba alocado, el novio sabia que continuaban vivos referente a cada inmueble que tuviera cerco sobre granados pues por el sencilla hecho de persistir el frio en la acera, porque Dios nunca existia, porque aquella su tibia muerte nunca aparecia, porque a pesar de al completo siempre abria los ojos al siguiente amanecer, esperando que inusitadamente volviera la noche, que anocheciera sobre el novio.